23 de noviembre de 2014

El Búho de Minerva



EL BÚHO DE MINERVA


La filosofía siempre llega demasiado tarde, decía el carracuca de Hegel
la filosofía siempre llega de todas maneras demasiado tarde, volvía a repetir un resignado Hegel en cuanto prefacio se le ponía por delante
lo que era válido para Alemania no era tan necesario en la provincia de Lugo
un territorio que dormita bajo las nieblas, con murallas romanas que rodean la capital del crepúsculo
en cualquier bar de Lugo un paisano puede poner a caldo al Búho de Minerva y con las mismas la Fenomenología del Espíritu
se sabe por aquí que la muerte es un mal de la naturaleza
como el granizo o las heladas fuera de tiempo
manías carentes de significado que hacen la puñeta tanto en tiempos tormentosos como apacibles
las murallas de Lugo no son menos inexpugnables que la Fenomenología de Hegel
la gente por aquí discute del Absoluto mientras se toma un vino y no se complica en exceso con las formulaciones del Yo
naturaleza e historia están al cabo de la calle y si Heráclito es el inspector de los contadores de agua, Parménides es el cartero que reparte las contribuciones catastrales
no hay polémicas sobre la modernidad en Lugo
Ser y No-Ser bajan al huerto cada mañana
riegan las hortalizas, recogen las judías, sulfatan los pimientos
diríase, por aquello de la elocuencia, que se trata de una conducta generalizadamente platónica la que tiene asumida la gente de Lugo y provincias limítrofes
la esclerosis sistémica alcanza la raya de Vega de Valcarce y siguiendo el curso del Burbia llega hasta Villafranca del Bierzo donde los debates sobre la modernidad tienen muchos admiradores
pero en el Bierzo el aristotelismo ya es otra cosa
allí no se come pan con pan ni cachelos a la fenomenológica
sino refinamientos enciclopédicos a la altura de Palas Atenea
la cosa tiene su asunto si pensamos en Hegel
como verdaderos conocedores de su esencia de esencias estaríamos más de acuerdo con Alemania que con los vecinos de Lugo
en el fondo toda teoría armónica pasa por cuatro puntos y dos tomos de Lógica
sin embargo el problema aquí, hoy día, es encontrarse con alguien que haya leído un libro
otro tema algo más que vidrioso para que te apedreen los del Atleti Club de Kant
tan compenetrados con el universalismo de los déspotas y la arrogancia de los totalitarios
nada de símbolos el prójimo ha sido eliminado sin ninguna misericordia
y caído el de Berlín los jóvenes mean insultos contra la muralla de Lugo
pasa el río Sil por Lugo y por Ponferrada y donde antes se oía decir Yo ahora parece escucharse Nosotros
las mismas aguas negras que con voluntad didáctica desembocan en la casa de acogida para pobres del viejo espíritu germánico
quedan en evidencia un par de chorradas: la noción del Dios-padre y la ambigüedad sobre los conceptos de lo bueno y lo malo
es más que probable que Heidegger eche luz al asunto
pero ya metidos en harina lo mejor será volver sobre nuestros propios pasos a las tabernas de la hermenéutica
una brisca entre Saussure y Gasset contra Bachelard y Marcuse la noche cae a plomo sobre la pizarras negras de la villa del Valcarce
y la fermentación del saber absoluto que administran las aguas lava la extrañeza y la polémica de los bandos
así están las cosas al día de hoy
primeros de diciembre del dos mil y pico
para ser exactos

Juan Carlos Mestre

7 de agosto de 2014



Oficio de crisálida


Durante un tiempo estuve muerta:
hubo hambre y cansancio,
y el sonido del mar y el aroma de los alimentos
y la luz de la vida poblándose, reuniéndose;
pero algo estuvo muerto.
           
            (nada existe más allá del instante
            nada germina              nada surge
                       las horas pasan sin hacer ruido
                                   niebla que empaña cuanto toca)

Fue imposible rastrear los pasos en el tapiz
y ni siquiera hubo obstinación,
pues lo primero que un muerto pierde es la memoria;
comencé a olvidar sin ningún plan ni itinerario
y no hubo signo premonitorio
que advirtiera la llegada de esa calamidad.

            (acariciaste mi sombra afanosamente       amor    
            pero entonces ya  estaba muerta
                       hilachas de deseo en la piel y espuma muerta en
                          la boca
                                   que estar muerto es triste y dura mucho e indigna a
                                       quien lo presencia)

Durante un tiempo estuve muerta
como una crisálida guardada en una caja de cartón,
detenida en el umbral, olvidada del gusano y de la mariposa.

Instante perpetuo, cómo duele despertar de tu sosegada indiferencia,

de tu dócil y atónita bondad.

15 de abril de 2014


"... para quien las trabaja"


(...) Lo que el poeta dice,
lo que dice el poeta a la adivina,
al bisabuelo judío que dormía en la comuna
y aún vaga con su barba blanca por ahí
proclamando su consigna a las abejas:
Las estrellas para quien las trabaja.


(Fotografías del espectáculo "Las estrellas para quien las trabaja": poemas de JC Mestre, música de Cuco Pérez, dirección de Miguel Ángel Varela)